Oímos cada vez con mayor frecuencia que en este mundo está todo inventado que lo real está antes imaginado. Así un cofre de piel clara se cierra fuertemente con un moño escarlata. Intentamos abrirlo, pero no sé puede. Adentro hay caracoles, estrellas de mar, quizás algunas piedras, tesoros desconocidos de lazos ancentrales. El moño crece y nos toca la cara , nos roza con una fragancia a rosas. Hacemos fuerza para romperlo, lo abrimos, les razamos a nuestros muertos y le entregamos una flor blanca.